NACIDOS POR TRATAMIENTOS DE FERTILIDAD CRECEN SANOS Y FUERTES

Diversos estudios científicos aseguran que los nacidos por Tratamientos de Fertilidad crecen tan sanos como los concebidos naturalmente. Desde el nacimiento de Louise Brown, la primera niña por reproducción asistida en julio de 1978, a la fecha ya han nacido en el mundo más de 5 millones de niños mediante esta técnica. Louise Brown es hoy una mujer sana que ha sido incluso madre por concepción natural. Así como ella, existen millones de casos que dan fe de que la reproducción asistida está avanzando, no solo en conseguir embarazos, sino en mejorar la calidad de vida.

Falsos rumores

Alteraciones mentales, malformaciones físicas, bajas defensas inmunológicas, problemas psicológicos, bajo rendimiento académico, menor posibilidad de sobrevivir o vivir por varios años, infertilidad, entre otros, está demostrado que no son ciertas. Se cree que la relación de esas posibles deficiencias y el nacimiento por reproducción asistida, se basan en el riesgo que implican estas técnicas, por ejemplo, parto prematuro, gestación múltiple y bajo peso al nacer. Pero son riesgos que no se presentan en la mayoría de casos o que pueden presentarse también en embarazos naturales.

¿Existen diferencias entre un embarazo por reproducción asistida y un embarazo natural?

No existe ninguna diferencia en el proceso del desarrollo del embrión obtenido por Fecundación in Vitro, una vez realizada la transferencia al útero, y luego del bebé. El embarazo se desarrolla igual que un embarazo natural. Las semanas de desarrollo del embrión corresponden a las mismas que en un embarazo natural, no hay ni retraso ni adelanto en el crecimiento del bebé por usar una técnica de reproducción asistida. El riesgo de aborto espontáneo es el mismo (15 ó 20%) que en un embarazo natural y va aumentando según la edad de las pacientes de inseminación o de FIV.

Una mujer embarazada de 40 años, sea de forma natural o tras técnicas de reproducción asistida, tiene más riesgos de desarrollar una hipertensión del embarazo o una diabetes gestacional. Por lo tanto, estos embarazos deberán ser seguidos cuidadosamente. La obtención de una gestación por técnicas de reproducción asistida no excluye la necesidad de realizar las pruebas habituales para diagnosticar una anomalía en el feto.

Riesgos en la salud de los niños

En el año 2013, un estudio en España relacionó un mayor riesgo de problemas cardiovasculares en niños debido a ciertos cambios en el corazón. Además identificaron que padecen una presión arterial más alta. Sin embargo, esos cambios en el corazón pueden revertirse con una dieta adecuada desde pequeños, evitando riesgos como la obesidad infantil y hábitos de vida saludables, por lo que los padres de niños concebidos in vitro no deben alarmarse innecesariamente.

Una investigación analizó los primeros 17 años de un grupo de niños nacidos tras reproducción asistida concluyendo que no presentan mayor riesgo de desarrollar cáncer.

Desarrollo psicológico y emocional de cada niño

Según estudios, los niños concebidos por reproducción asistida no tienen problemas psicológicos. Comparando las evaluaciones del desarrollo neurológico de niños entre 2 y 8 años, nacidos por estas técnicas y nacidos naturalmente, no hay diferencias significativas. También se ha evaluado su salud emocional de un grupo de jóvenes nacidos con estas técnicas, no encontrando diferencias en relación a otros jóvenes. Además, especialistas europeos afirmaron que el rendimiento académico de los niños concebidos por técnicas de reproducción asistida no es diferente al de los niños concebidos de forma natural.

El hecho de tener hijas e hijos sanos producto de la reproducción asistida, se debe a los avances de la medicina reproductiva y sobre todo a las técnicas que permiten un correcto cuidado y selección de embriones con buenas cualidades para que se implanten en el útero y den desarrollo al embarazo.