miércoles, 14 de octubre de 2015

ONCOPREVENCIÓN DE INFERTILIDAD EN NIÑOS Y NIÑAS

El cáncer puede presentarse tanto en hombres y mujeres como en niños y niñas, no respeta clase social, siendo muy frecuente en el Perú y en el resto del mundo. 


Aproximadamente cada año en el Perú, se diagnostica al menos 800 nuevos casos de cáncer infantil, siendo los más frecuentes: leucemias, linfomas, tumor cerebral, sarcomas, tumor renal y retinoblastoma (ojos). 

Combatir el cáncer puede llevarnos a la infertilidad


La cirugía, quimioterapia y radioterapia son tratamientos que dan batalla contra el cáncer, sin embargo en el afán de combatir o matar las células cancerosas también pueden afectar las células normales del cuerpo, por ejemplo, las pacientes pierden el cabello en el tratamiento de la quimioterapia. En el lado de la fertilidad pueden afectar el futuro reproductivo y no poder tener hijos. 

Las mujeres nacen con una cantidad limitada de ovocitos inmaduros y una vez agotada dicha cantidad ya no producen más óvulos; una proporción o todos los ovocitos pueden perderse en el tratamiento del cáncer. El riesgo de no poder tener hijos después del tratamiento del cáncer, va depender del tipo de cáncer, de la intensidad del tratamiento, del tipo de medicamento, de la dosis recibida y de la edad. 

Algunas niñas, después de tratar el cáncer nunca experimentarán la menstruación de forma espontánea. En el caso de los niños, al menos el 30% no podrán tener hijos después de recibir tratamiento de forma agresiva.

Salvar la vida, sí; la fertilidad, también


Muchas veces al momento de conocerse el diagnóstico de cáncer, ni los pacientes ni los oncólogos abordan el tema de la fertilidad futura, se concentran en salvar la vida, sin embargo la sobrevida y curación del cáncer en la población joven puede ser hasta de un 80%. 

Vitrificación de óvulos para salvaguardar la fertilidad


Antes de luchar contra el cáncer en las mujeres, el tratamiento más conocido y realizado es la congelación de ovocitos maduros o embriones. Con la técnica de vitrificación de óvulos la supervivencia de los ovocitos es más del 98%; lo ideal es congelar más de 8 ovocitos para tener buenas posibilidades de embarazo. 

Generalmente no hay mucho tiempo para actuar cuando estamos frente a un diagnóstico de cáncer, por ello, la estimulación hormonal de los ovarios y la aspiración de ovocitos maduros debe ser lo más pronto posible para luego volver con su oncólogo y llevar a cabo el tratamiento oncológico. 

Sin embargo a veces no tenemos tiempo para la estimulación, o cuando la mujer no ha iniciado vida sexual, cuando todavía no ha menstruado o cuando se trata de una niña, no podemos congelar ovocitos maduros; en ese caso, la congelación o criopreservación de tejido ovárico, es la única alternativa. 

La corteza ovárica extraída está repleta de centenares de miles de ovocitos inmaduros. Cuanto más joven es la paciente, mayor es la densidad de folículos. Tras extraer la muestra, se deposita en tanques de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero, donde permanece como garantía de la futura capacidad reproductora de la mujer a la espera de que pueda necesitar reimplantársela en el sitio del ovario y tener la posibilidad de restaurar la fertilidad.

¿Y los varones pre-púberes?


En el caso de los niños y adolescentes con cáncer, antes de luchar contra el cáncer, una técnica que ofrecen muy buenos resultados es la congelación de su semen, obtenido por masturbación. Si no es posible la masturbación se pueden obtener espermatozoides mediante la biopsia testicular para luego congelar. 

El problema surge cuando estamos frente a un niño o un pre púber, que aún no produce espermatozoides maduros. La congelación de tejido testicular para luego realizar el trasplante, es un procedimiento experimental, se está ofreciendo y realizando en el mundo. Todavía no hay nacidos vivos reportados con esta técnica en humanos pero sí en animales como ratones y primates, sin embargo en humanos es muy probable que funcione. 

Para estos mismos casos, también se está desarrollando la posibilidad de madurar los espermatozoides en laboratorio y usarlos en Reproducción Asistida.

martes, 13 de octubre de 2015

MADRES PARA SIEMPRE - AVANCES EN FERTILIDAD

Hoy por hoy, es posible, para una mujer, preservar la maternidad sin límite: al infinito. Adiós al límite de óvulos para siempre gracias la vitrificación de ovocitos.


Las mujeres vienen al mundo con un número limitado de óvulos que día a día se van perdiendo desde el nacimiento. A partir de los 35 años se inicia un descenso significativo en la cantidad de óvulos (huevos) así como de calidad ovocitaria (incapacidad de lograr un ser humano con su uso), y un día, se acaban. 

Solo desde hace muy poco, desde el año 2006 se consiguen preservar óvulos mediante congelamiento o Criopreservación. El éxito de esta técnica ha sido uno de los mayores logros en la lucha contra la infertilidad. 

¿Qué es el óvulo?


El óvulo es una célula muy delicada y especial. Se mantiene viva en un ambiente ideal, en las mejores condiciones de nutrición y preservación, si sale de ahí es muy sensible y deleznable o frágil. 

Un ovulo maduro está preparado para ser fecundado en una ventana de fertilización de menos de 6 horas. Después de ese tiempo, se pierde la competencia, no se fecunda y no va a desarrollarse el embrión.

Técnicas previas a la vitrificación de ovocitos


En el pasado ya se congelaban con éxito espermatozoides y embriones, pero con óvulos no funcionaba. Se hacía a través de la llamada congelación lenta, con medios de criopreservación que permiten una rampa lenta de congelación en la cual la temperatura desciende poco a poco hasta que se congelan en nitrógeno líquido. En esta técnica se necesitan tres horas para congelar un embrión. Con los óvulos esa técnica no servía.

El óvulo es la célula más grande del cuerpo humano, 300 veces más grande que un espermatozoide. Tiene mucha agua en su interior y solo una membrana que lo rodea. Cuando se congelaba teníamos problemas osmóticos, de intercambio de fluidos. Si la congelación era muy rápida se rompía la membrana, y si era muy lenta se producían cristales en el interior y el óvulo ya no servía para nada.

Así apareció una novedosa técnica de congelación: la vitrificación. No es una técnica nueva. De manera natural, las ranas, las mariposas, los peces e insectos árticos producen glicerol y glucosa para reducir la formación de hielo cuando azota el frío, pero solo hace unos años empezó a utilizarse en óvulos humanos en laboratorio.

La vitrificación de ovocitos, revolución de la medicina reproductiva


Los nuevos “crioprotectores” protegen al óvulo tan rápido que pueden sumergirlo directamente en nitrógeno líquido. La célula pasa de 20º de temperatura directamente a -196º. 

Con la vitrificación se ha alcanzado el 90% en la tasa de supervivencia de un óvulo, y la tasa de embarazo es equivalente a la de un óvulo fresco.

Con la congelación de óvulos, por fin, la mujer ha llegado a conseguir el sueño dorado de cualquier mujer: la de ser madre para siempre.

viernes, 2 de octubre de 2015

CÓMO AFRONTAR LA INFERTILIDAD EN PAREJA Y NO MORIR EN EL INTENTO

Las consecuencias psicológicas de los problemas de fertilidad son distintas en el varón y en la mujer, ninguno reacciona igual ante esta dificultad. El estilo de respuesta ante esta difícil situación dependerá de las características de personalidad, esquemas cognitivos, autoestima, estilo de vida, metas y al concepto o valoración que le den a la maternidad y a la paternidad.

Mujer y varón: estilos diferentes de respuesta


La diferencia entre estilos de respuesta entre varones y mujeres ha sido un importante tema de estudio en las últimas décadas. Lo que varía en hombres y mujeres es la conducta y manera de expresar la emoción como consecuencia de los problemas de fertilidad, no las emociones en sí mismas.

Está comprobado que los varones y mujeres que desean tener un hijo y encuentran dificultades, experimentan las mismas emociones como consecuencia al problema (tristeza, frustración, cólera).

¿Por qué mi pareja y yo tenemos diferente reacción ante la misma dificultad?


Biológicamente se ha demostrado que en los varones predomina el desarrollo del hemisferio izquierdo del cerebro, es decir, el cerebro racional, y las mujeres el hemisferio derecho, que es el que controla la vida emocional.

Según el aprendizaje social hay conductas aceptadas en el contexto para cada género que van formando nuestro estilo a lo largo de nuestra vida; por ejemplo, el esquema actual de la sociedad nos dice que ‘los varones deben mostrarse fuertes’, ‘no deben llorar o mostrar su tristeza’, ‘deben ser un salvador para su pareja’; por otro lado,es aceptable que la mujer demuestre y exprese abiertamente que se encuentra triste o ansiosa; por eso que las mujeres podrían tener mayor facilidad para la apertura emocional.

Estos dos factores hacen que usualmente las mujeres tengan la capacidad de identificar más rápido sus emociones y expresarlas por medio de palabras y conductas directas, como llanto, dificultades para dormir, aislamiento social; suelen pedir ayuda abiertamente y compartir sus miedos con otras personas. 

Además, ellas tienen capacidad perceptiva más desarrollada a las conductas de los otrosque los varones. Ante gestos o movimientos tienden a interpretarlos, lo cual trae como consecuencia que personalicen conductas; por ejemplo, compararse con otras mujeres que tienen hijos, pensar que cierta frase o conducta fue hecha para molestarla y hacerla sentir mal.

Por otro lado, los varones suelen tener sus emociones controladas; no quiere decir que no sientan tristeza o ansiedad ante la fertilidad, le puede afectar igual o más que a su pareja, pero sus reacciones de tristeza o frustración estarán más relacionadas a conductas indirectas tales como irritabilidad, impulsividad, dificultades de concentración, abuso de sustancias, o síntomas somáticos como dolor en alguna parte del cuerpo, problemas digestivos y tensión muscular.

Asimismo, debido a su estilo racional y objetivo de percepción, poseen dificultades para reconocer sus propias emociones y las de su pareja; necesitan conductas directas y que le digan lo que están pensando o sintiendo para poder entender la emoción de su pareja.

La mejor manera de enfrentar problemas es encontrando el equilibrio entre racionalidad y emocionalidad. Si la pareja logra entender sus diferentes formas de reaccionar y encuentra equilibrio por medio del apoyo mutuo, llevará de manera óptima y saludable el proceso de Reproducción Asistida. 

Recomendaciones para lograr el equilibrio entre racionalidad y emocionalidad en la pareja:

1. Aceptar que cada uno vive el problema de fertilidad y el Tratamiento de Reproducción Asistida (TRA) de manera distinta.Evitar cuestionar o juzgar el estilo de reacción de la pareja ante la dificultad, hay que entender que es su manera de vivir un duelo y adaptarse a la situación actual.

2. El estilo emocional puede hacer que las expectativas hacia el TRA aumente no sean ilusorias. La pareja debe ser muy objetiva para que su optimismo sea racional y basado en posibilidades reales.

3. La emoción es energía que genera nuestro organismo y que busca expresarse. Cuando reprimimos una emoción evitando que se exprese mediante conductas o palabras, ésta nos dañará por dentro.

4. Cada estilo tiene sus ventajas y desventajas, no quiere decir que ser emocional sea mejor que ser racional ni viceversa. Hay que complementarse; por un lado, es bueno poder expresar y entender las emociones, en esto la mujer puede ayudar a su pareja; y por otro lado, es importante también poder analizar la situación con realismo y buscar soluciones rápidas, en esto el varón puede ayudar a su pareja. Entonces ambos estilos se pueden complementar y brindar un equilibrio saludable para enfrentar la situación de problemas de fertilidad.

MADRES PARA SIEMPRE

Hoy por hoy, es posible, para una mujer, preservar la maternidad sin límite: al infinito. Adiós al límite de óvulos para siempre gracias la vitrificación de ovocitos


Las mujeres vienen al mundo con un número limitado de óvulos que día a día se van perdiendo desde el nacimiento. A partir de los 35 años se inicia un descenso significativo en la cantidad de óvulos (huevos) así como de calidad ovocitaria (incapacidad de lograr un ser humano con su uso), y un día, se acaban. 

Solo desde hace muy poco, desde el año 2006 se consiguen preservar óvulos mediante congelamiento o Criopreservación. El éxito de esta técnica ha sido uno de los mayores logros en la lucha contra la infertilidad. 

¿Qué es el óvulo?


El óvulo es una célula muy delicada y especial. Se mantiene viva en un ambiente ideal, en las mejores condiciones de nutrición y preservación, si sale de ahí es muy sensible y deleznable o frágil. 

Un ovulo maduro está preparado para ser fecundado en una ventana de fertilización de menos de 6 horas. Después de ese tiempo, se pierde la competencia, no se fecunda y no va a desarrollarse el embrión.

Técnicas previas a la vitrificación de ovocitos


En el pasado ya se congelaban con éxito espermatozoides y embriones, pero con óvulos no funcionaba. Se hacía a través de la llamada congelación lenta, con medios de criopreservación que permiten una rampa lenta de congelación en la cual la temperatura desciende poco a poco hasta que se congelan en nitrógeno líquido. En esta técnica se necesitan tres horas para congelar un embrión. Con los óvulos esa técnica no servía.

El óvulo es la célula más grande del cuerpo humano, 300 veces más grande que un espermatozoide. Tiene mucha agua en su interior y solo una membrana que lo rodea. Cuando se congelaba teníamos problemas osmóticos, de intercambio de fluidos. Si la congelación era muy rápida se rompía la membrana, y si era muy lenta se producían cristales en el interior y el óvulo ya no servía para nada.

Así apareció una novedosa técnica de congelación: la vitrificación. No es una técnica nueva. De manera natural, las ranas, las mariposas, los peces e insectos árticos producen glicerol y glucosa para reducir la formación de hielo cuando azota el frío, pero solo hace unos años empezó a utilizarse en óvulos humanos en laboratorio.

La vitrificación de ovocitos, revolución de la medicina reproductiva


Los nuevos “crioprotectores” protegen al óvulo tan rápido que pueden sumergirlo directamente en nitrógeno líquido. La célula pasa de 20º de temperatura directamente a -196º. 

Con la vitrificación se ha alcanzado el 90% en la tasa de supervivencia de un óvulo, y la tasa de embarazo es equivalente a la de un óvulo fresco.

Con la congelación de óvulos, por fin, la mujer ha llegado a conseguir el sueño dorado de cualquier mujer: la de ser madre para siempre.