martes, 23 de septiembre de 2014

La lucha de un embrión hasta el nacimiento



En el campo de la reproducción asistida, el proceso de una Fertilización in Vitro (FIV) es unir un espermatozoide con un óvulo, dando paso a la formación del embrión, que después de 5 días de fecundado se  eligen los mejores embriones, que serán trasferidos al útero de la madre.

Para el Dr. Roly Hilario Esteban, especialista en Reproducción Humana de la Clínica de Fertilidad PROCREAR, existen pasos previos antes de la fecundación y transferencia de embriones, “parte desde la aspiración de óvulos en la paciente, en promedio se debe aspirar 5 óvulos, que serán fecundados con el espermatozoide de la pareja; para tener como mínimo dos embriones adecuados para ser transferidos, esto debido a que durante el proceso de desarrollo de los embriones muchos se detienen en su crecimiento, debido a problemas cromosómicos y genéticos”.

Una vez obtenido los embriones más aptos, se pasa a transferir al útero de la paciente, el cual uno de ellos como mínimo llegará a implantarse en el endometrio (en perfectas condiciones), para su desarrollo, “los casos son variados, se puede implantar ambos embriones y llegar a término (gemelos), también puede darse que uno de los embriones implantados no logra su desarrollo, o uno de ellos no llegue a implantarse, en el peor de los casos que no implante ninguno de los dos embriones”. 

Pero esto no acaba aquí, se debe hacer un seguimiento evolutivo del embrión mediante ecografías, para determinar si existen infecciones u otro tipo de anomalías ginecológicas o genéticas que provoque abortos o partos prematuros. 

Así como sucede con un embarazo natural donde el espermatozoide más apto logra fecundar al óvulo, se puede decir que lo mismo ocurre con la formación del embrión, que el más capacitado logrará sobrevivir para formar un nuevo ser, que llegará a nacer en óptimas condiciones.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Maduración In Vitro: nuevo tratamiento de fertilidad



Un nuevo tratamiento de fertilidad permite que mujeres que no pueden tomar ningún tipo de medicación, puedan tener hijos. Este tratamiento se llama “Maduración In Vitro”, más conocido por sus siglas en inglés como IVM.

La maduración in vitro, es un procedimiento relativamente nuevo, similar a la fertilización in vitro (FIV), pero con una diferencia notable. FIV utiliza un régimen de medicamentos para estimular los óvulos de una paciente a la madurez antes de que se eliminen desde el ovario; en cambio en la maduración in vitro, se extrae los óvulos mientras que todavía están en la etapa inmadura, y se los lleva a la madurez en el laboratorio.

El Dr. Julio Dueñas Chacón,Director de la Clínica Procrear, nos explica sobre el procedimiento de este nuevo tratamiento que está ayudando a cientos de mujeres a lograr un embarazo.“Al igual que en la FIV convencional, se recogen los óvulos, pero cuando están inmaduros. Después los óvulos se maduran en una incubadora en el laboratorio, durante uno o dos días. Cuando los óvulos están maduros, se le inyecta a cada uno un espermatozoide escogido con anterioridad bajo la técnica ICSI para lograr la fertilización. Los espermatozoides suelen ser de la pareja, o de un donante. Finalmente, aproximadamente en 48 horas más tarde ya formado el embrión, se transfiere al útero para que se implante”.

Este tipo de tratamiento se recomienda cuando las mujeres no pueden tolerar los efectos de los medicamentos necesarios para estimular a los óvulos a la madurez. Para preservación de la fertilidad en pacientes con cáncer. En mujeres con disfunción ovulatoria y en mujeres con síndrome de ovario poliquístico.

“Las pacientes no tienen que tomar tantos medicamentos. Es una forma de evitarlas gonadotropinas y los riesgos relacionados. Es una alternativa no solo para pacientes con SOP sino para cualquier causa de infertilidad. La maduración in vitro es menos costosa que la FIV. Es un tratamientomás corto en comparación con la fertilización invitro y tiene tasas superiores de embarazos al 20% por ciclo de tratamiento” indicó el especialista.

Actualmente, más de 400 niños han nacido en todo el mundo a través de tratamientos de maduración in vitro sin aumento aparente en las anomalías congénitas; hasta ahora el tratamiento de maduración in vitro parece ser seguro.