viernes, 22 de mayo de 2015

ALIMENTACIÓN MATERNA INFLUYE EN EL DESARROLLO DEL BEBÉ

Cuidar la alimentación de la futura mamá, es el primer gesto de amor hacia el hijo y la manera más hermosa de brindarle la oportunidad de ser un niño más sano en el futuro



El embarazo conlleva cambios físicos y metabólicos muy necesarios para el buen desarrollo fetal, por ello la alimentación materna es un factor primordial durante este periodo. Las necesidades de energía y de nutrientes aumentan en el embarazo, sólo a través de la alimentación de la madre se pueden satisfacer y asegurar así un parto exitoso.
Según diversos estudios, la alimentación materna influye directamente sobre el crecimiento del embrión. De hecho, se ha comprobado un aumento en la tasa de infertilidad, abortos y retraso del crecimiento del útero en aquellas mujeres que llevaron una dieta baja en nutrientes, antes y durante la gestación.

Buena alimentación materna evita malformaciones en bebés

El doctor Fernando Valencia, ginecólogo de la Clínica Oncogyn Sede Los Olivos, mencionó que durante la gestación, la alteración del metabolismo conlleva a una alimentación más contundente que lo habitual, pero eso no significa incrementar las cantidades de alimento ni decidirse por opciones menos saludables.  De no llevar una dieta balanceada, puede presentar anemia por deficiencia de hierro y ácido fólico, importante para prevenir malformaciones  en el embrión. La descalcificación en la gestación también es producto de la mala alimentación.
 Aproximadamente, una mujer embarazada necesita de 2500 kilocalorías por día, de manera que una ganancia de entre 9 y 12 kilos durante el embarazo  se traduce un buen cumplimiento dietético. De tal forma, se deduce que el óptimo estado nutricional, garantiza un correcto desarrollo del bebé y mejora el estado de bienestar de la madre.


Riesgo nutricional


Una dieta de adelgazamiento en los 6 meses previos al embarazo, una estricta dieta vegetariana, tabaquismo, consumo de alcohol o de otras drogas, mujeres mayores de 35 o menores de 18 años y 3 o más embarazos en 2 años son factores de riesgo que predisponen a presentar desnutrición en la futura madre.

Ácido fólico, yodo y omega 3

El ácido fólico, el yodo y los ácidos grasos omega 3, son nutrientes esenciales, es decir, que el cuerpo humano no puede fabricarlos y sólo pueden ser incorporados a través de la dieta, y se han visto directamente relacionados con el desarrollo cerebral del bebé. El ácido fólico se encuentra fundamentalmente en: levadura de cerveza, legumbres, cereales integrales y frutos secos. 
“En primer lugar, si no hay un adecuado nivel de ácido fólico, el embrión puede presentar espina bífida, que es una malformación en la zona de la columna vertebral y de la médula espinal,además de trastornos en la formación de los órganos. Si no hay una adecuada dieta con proteínas, minerales y vitaminas, el bebé puede sufrir malformaciones o complicaciones que llegan hasta la muerte súbita de la madre”, concluyó el Dr. Valencia.



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