El miedo a la enfermedad del cáncer es una emoción bastante usual en el contexto social actual. En la mayoría de los casos, se presenta en personas que han tenido experiencia directa con la enfermedad, debido a la proximidad a alguien que padece o padeció de cáncer (familiares o amigos); por tener predisposición genética a desarrollarlo; por haberlo padecido anteriormente; o por alcanzar edades en las que la frecuencia de este tipo de enfermedades es cada vez mayor.
Impacto emocional en las parejas
El cáncer se encuentra actualmente asociado a esquemas de pensamientos de incapacidad y a un inevitable final de la vida, los cuales, causan sentimientos como miedo, ansiedad, culpa, tristeza, pena, ira y paralizan las metas de la persona, por ejemplo que desistan de iniciar un tratamiento de reproducción asistida a pesar de su profundo deseo de paternidad.
En la consulta psicológica que brindamos en Procrear, hemos observado parejas que tienen predisposición hereditaria al cáncer o tienen un familiar o amigo cercano que padece de cáncer o alguien falleció a causa del cáncer en su contexto cercano; y en el 80% de ellos se ha observado ansiedad elevada a desarrollar cáncer como consecuencia al Tratamiento de Reproducción Asistida que actualmente llevan; trayendo como consecuencia que se presenten emociones elevadas y desadaptativas ante el tratamiento, el cual puede traer resultados fallidos.
Cáncer ya no es sinónimo de muerte
Actualmente, la ciencia de la salud nos ha traído métodos muy eficaces para superar el cáncer, evidenciándose altas estadísticas de recuperación. Además, últimos estudios indican que no hay asociación de cáncer con Tratamientos de Reproducción Asistida; por lo cual, el miedo que las parejas pueden tener en un inicio son científicamente infundados.
Se ha encontrado además, que las propias causas de la infertilidad representan un importante factor de riesgo para el desarrollo del cáncer; es decir, actualmente, se reconoce científicamente el importante papel de la ausencia de gestación como un factor de riesgo del Cáncer de Ovario.
Los estudios médicos hasta la fecha han concluido que los fármacos para la fertilidad no están ligados al Cáncer de Ovario.
Miedo a desarrollar cáncer perjudica en resultado del Tratamiento de Reproducción Asistida
El miedo hacia la enfermedad puede causar ansiedad elevada durante el tratamiento; ya que, las emociones elevadas traen como consecuencia una reacción negativa a nivel orgánico, el cual hace que el tratamiento disminuya sus posibilidades de resultar positivo.
El miedo o estrés afectan directamente al sistema endocrino; así cuando una persona cree que se encuentra ante una situación de peligro, segrega una sustancia llamada cortisol (conocida como ‘la hormona del estrés’). El cortisol en cantidades altas y en duración prolongada, hace que el nivel de progesterona en la mujer disminuya trayendo consecuencias negativas, entre las más importantes, hace que el ciclo de ovulación se altera. Es decir, a mayor nivel de hormona del estrés, mayores posibilidades de problemas de fertilidad.
Según la Sociedad Americana de Infertilidad, las mujeres con altos niveles de miedo y ansiedad que afrontaron un TRA ovularon un 20% menos, sus óvulos fecundaron 30% menos y tuvieron un 20% más de posibilidades de sufrir un aborto. La ansiedad en niveles altos o de duración extendida es considerada desadaptativa, ya que no es solo un malestar mental de preocupación sino también corporal.
Cuando sentimos ansiedad irremediablemente nuestro cuerpo lo expresa, se genera tensión muscular, respiración rápida y esto trae inadecuada oxigenación a nuestros órganos, lo cuales tendrán un funcionamiento lento o dificultoso. Todo esto genera consecuencias negativas en el cuerpo y afecta el éxito de los tratamientos de reproducción asistida.
Antes de iniciar un Tratamiento de Reproducción Asistida:
· Es muy importante que las personas que poseen experiencias negativas con el cáncer, lleven una asesoría psicológica para superar este miedo. Además de adoptar medidas de prevención antes de someterse al tratamiento que han elegido, para evitar que la ansiedad generada por pensamientos distorsionados sobre el cáncer, afecten al resultado final del tratamiento.
Asimismo, el cáncer tiene una importante carga genética, y las personas que lo posean es preferible que adopten un estilo de vida basado en la prevención, realizándose chequeos constantes para descartar esta enfermedad, antes, durante y después del tratamiento.
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