Las mujeres obesas reducen en un 4 % su fertilidad por cada punto que aumenta su índice de masa corporal. Si salen embarazadas, pueden sufrir más abortos espontáneos que las que tienen peso normal.
Estudios recientes demuestran que alrededor del 15% de las parejas en edad reproductiva son infértiles debido al estilo de vida, edad avanzada y los problemas de salud como el sobrepeso, pues a mayor Índice de Masa Corporal (IMC) hay menor tasa de embarazos.
Las mujeres obesas con IMC mayor a 30 reducen en un 4 % su fertilidad por cada punto que aumenta eseIMC, debido a los problemas hormonales que el sobrepeso conlleva. Mientras que aquellas que quedan embarazadas tienen un 37% más de posibilidades de padecer un evento cardiovascular y un 12% en el caso de las que tienen sobrepeso.
Estos datos suponen que aproximadamente cada dos kilos más, las obesas reducen su fertilidad, por lo que los problemas asociados al exceso de peso no sólo obstaculizan la concepción, sino que el promedio de complicaciones en el embarazo y abortos espontáneos también es mucho mayor.
Otro estudio realizado el año pasado en Reino Unido, reveló que las que eran obesas durante el embarazo, en el momento del parto tenían un 35% más de posibilidades de morir de forma prematura que aquellas que mantenían un peso normal.
Sobrepeso produce alteración hormonal
Además de los problemas de sobrepeso, diversas alteraciones endocrinas pueden interferir en el alcance de un embarazo, como la función de la tiroides, la elevación de prolactina y las alteraciones del ciclo menstrual.
Las hormonas regulan la ovulación de manera muy precisa, por lo que cualquier alteración puede afectar ese mecanismo tan complejo y delicado manifestándose como infertilidad.
El Dr. Roly Hilario, especialista en Reproducción Humana del Centro de Fertilidad ProCrear, explica que cuando el sobrepeso disminuye las posibilidades de lograr un embarazo espontáneo, hay más complicaciones si logran el embarazo y en tratamientos de reproducción asistida las tazas de embarazo son muy bajas.
“La grasa es una fuente de hormonas, de estrógenos, las cuales alteran el funcionamiento ovárico normal. La producción de óvulos requiere un equilibrio hormonal adecuado y si hay una fuente adicional de estrógenos que viene de la grasa, ello alterará todo el equilibrio necesario, produciendo trastornos en la ovulación, por tanto genera infertilidad”, asegura el especialista de ProCrear.
Además de los problemas de tiroides, prolactina y leptina el síndrome de ovario poliquístico también puede ocasionar problemas a la hora de concebir.
Es recomendable que la infertilidad en la pareja sea tratada por un equipo multidisciplinario de ginecólogos, endocrinólogos, nutricionistas y fundamentalmente psicoterapeutas.
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