Los tratamientos naturales
como la acupuntura, el reiki y la homeopatía se han convertido en una nueva
forma de contrarrestar problemas de fertilidad, y lograr el ansiado embarazo.
Estas técnicas disminuyen el grado de estrés que afecta a la tasa de éxito de
los tratamientos de reproducción asistida, según una investigación realizada
por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Cabe recordar, que la
acupuntura es una técnica que forma parte de la medicina tradicional china.
Consiste en la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo. El reiki es
una técnica de canalización y transmisión de energía vital a través de la imposición
de manos. La homeopatía es un método terapéutico para la prevención, alivio o
curación de enfermedades utilizando medicamentos homeopáticos.
“Actualmente, para tratar un
problema de fertilidad se hace uso de técnicas de reproducción asistida. Sin
embargo, aunque éstas ayuden a conseguir el sueño del embarazo se deben tener
en cuenta otros factores vinculados con los estilos de vida: la obesidad, el
tabaquismo, el alcoholismo, entre otras, ya que éstas alteran los organismos
reproductores”, expresó Giovanni Casafranca Mendoza, especialista en
Reproducción Humana de la Clínica Oncogyn.
Reducir
el estrés
En muchos casos el estilo de
vida sumado a la ansiedad por lograr el embarazo genera ciertas reacciones
físicas y emocionales como el estrés, lo que ocasiona alteraciones hormonales.
“Está comprobado que el estrés trae problemas de fertilidad, ya que activa la
hormona cortisol (se libera como respuesta al estrés) que disminuye la
ovulación.Los hombres tampoco se libran: el estrés puede influir negativamente
en la calidad de su líquido seminal. Por tal razón, las terapias naturales son
una buena opción de relajamiento y disminución de niveles de cortisol”, añadió.
Cabe señalar que la
investigación presentada en el Congreso
Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad refirió que las técnicas son
utilizadas por muchas parejas que ya se han sometido a tratamientos de
fertilidad y buscan una alternativa complementaria en estas terapias. Asimismo,
se pueden emplear para abordar algunas de las causas frecuentes de infertilidad
como los desarreglos hormonales, los trastornos ovulatorios, ovario
poliquístico o baja calidad del semen.
Finalmente, recomendó que
aunque esta técnica no es científica, no debe dejar de ser una opción para el
cuidado de nuestra salud física y emocional. “Lo que se puede conseguir con
estas terapias es que las pacientes se sientan tranquilas y seguras y aumenten
su confianza, lo que permitirá afrontar mejor los problemas de fertilidad”,
culminó.
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