martes, 16 de febrero de 2016

VIRUS ZIKA: ¿ES UNA PLAGA REAL?

Dr. Julio Dueñas, MD, PhD
Del virus Zika se está diciendo que lo transmiten los mosquitos y que puede causar alteraciones cerebrales en los bebés, como la microcefalia, es decir nacimiento con un cerebro y un cráneo más pequeños de lo normal.
Actualmente se preconiza a las mujeres embarazadas no viajar a 22 países de América Latina y África. La Organización Mundial de la Salud dice que al menos 20 países, entre ellos Barbados y Bolivia, Guadalupe y Guatemala, Puerto Rico y Panamá, han registrado la transmisión del virus. Sin embargo, en Europa ya varios casos de Zika ya se han reportado en Italia, el Reino Unido y España, así como Dinamarca o Suecia. La rápida diseminación del virus ha motivado a que los países latinoamericanos insistan a que las mujeres no queden embarazadas por dos años, una precaución extraordinaria dirigida a evitar los defectos de nacimiento que se creen que están vinculados a la enfermedad transmitida por mosquitos.

Una plaga para ¿disminuir la población en algunos países?
Además de la propaganda para que las mujeres embarazadas no viajen se han destinado más de  200.000 soldados en Brasil, donde se desarrollaran los Juegos Olímpicos, para distribuir información acerca de esta nueva “plaga”.
Es un auténtico estado de histeria inducido. La virulenta propagación del virus Zika ha motivado a que países latinoamericanos recomienden a las mujeres a no embarazarse por dos años para evitar los defectos de nacimiento vinculados a esta enfermedad.
Para definir que un virus causa una enfermedad, se necesita: probar que el virus existe. El virus debe ser aislado del tejido enfermo de un portador humano y luego este tejido debe ser identificado mediante un microscopio electrónico, en el que se deberán ver virus del Zika. En segundo lugar, las pruebas deben llevarse a cabo en diferentes seres humanos sospechosos de llevar el virus, con grandes cantidades de Zika en el cuerpo.
Hasta hoy no se ha cumplido con los estándares como el análisis de tejido enfermo, con fotos de microscopio electrónico que revele grandes cantidades de Zika. En relación a las pruebas de diagnóstico de humanos infectados, se utilizan dos grandes tipos de pruebas: la prueba de anticuerpos y el PCR (Polymerase Chain Reaction). Los anticuerpos son elementos de defensa del sistema inmunológico que identifican a los agentes invasores que penetran en el cuerpo. Los anticuerpos identifican a los agentes ofensivos que atacan al organismo para que el sistema inmunológico pueda destruirlos. Si la prueba muestra que los anticuerpos contra un virus específico (como el Zika) están presentes, significa que el cuerpo ha contactado con ese virus. Debemos recordar que los falsos positivos son frecuentes. Pero sin embargo, el demostrar que el cuerpo tuvo contacto con un virus específico, no dice absolutamente nada si el paciente está enfermo o va a enfermar. Otra prueba para identificar agresores es la PCR (Polymerase Chain Reaction) que es una prueba muy elaborada y difícil de realizar. Es propensa a errores. Se necesita una cantidad minúscula de material que se supone que es un fragmento de un virus, y se multiplica para que se pueda observar ese fragmento.
Atribuir los problemas de daño fetal al Zika a nivel mundial es especulativo. Cuando aparecen epidemias, las centrales de salud pueden inflar los casos hasta números sobredimensionados. Y es cítrico afirmar que el virus produzca en las mujeres embarazadas que den a luz a bebés con cabezas muy pequeñas y cerebros deteriorados.
¿Quién se beneficia de ese despliegue mundial sobre el Zika?
Uno de los objetivos que se pueden alcanzar al fabricar una epidemia falsa es, aparte del negocio inmediato, crear un escenario de miedo inducido que lleve a la población a obedecer ciegamente los dictados médicos y gubernamentales.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario