lunes, 22 de febrero de 2016

DUDAS MÁS FRECUENTES EN FECUNDACIÓN IN VITRO

En un embarazo natural, el espermatozoide asciende hasta las trompas, donde va a fertilizar el ovocito que previamente ha madurado y salido del ovario. Allí se forma un embrión, que llega al útero, donde anida y se inicia la gestación.

En la Fecundación In Vitro (FIV) se estimula la ovulación de la mujer y se extraen los óvulos que se fertilizan en el laboratorio con el semen paterno. De los embriones obtenidos se hace una selección. Unos se transfieren al útero materno y los otros se congelan. Esta técnica es el mejor tratamiento para muchos problemas de fertilidad masculinos y femeninos: varones con espermatozoides incapaces de ascender por el útero materno, fracasos repetidos de inseminación artificial,  parejas con antecedentes de enfermedades genéticas.

¿CÓMO SE REALIZA  UNA FIV? 

 Además de la historia clínica completa, las pruebas incluyen un análisis espermático para evaluar la calidad del semen masculino y un examen ginecológico de la mujer que comprende un estudio de su capacidad de respuesta ovárica y otro de la permeabilidad de las trompas.

En la primera fase, se estimula la ovulación de la mujer mediante la administración de hormonas. La segunda fase es la extracción de los óvulos, vía vaginal, con anestesia y con una duración de 5-10 minutos. Y en la tercera, los óvulos obtenidos pasan al laboratorio, donde son estudiados e inseminados para que los gametos hagan su proceso de fertilización por su cuenta, en el caso de la FIV normal; si se recurre a la FIV con Microinyección Espermática, los espermatozoides son inyectados uno a uno en cada ovocito. Después, se introducen en incubadoras, se “cultivan” y son evaluados cada día.

Al tercer día, se seleccionan los idóneos para la transferencia al útero, según diferentes criterios: morfológicos, genéticos.

Este procedimiento no requiere anestesia. Los embriones sobrantes son conservados para sucesivos ciclos, en los cuales la mujer sólo tendría que someterse a este último procedimiento.

Lo normal es limitar los intentos a cuatro ciclos, pero los fracasos recurrentes no se analizan de la misma manera en una pareja joven con embriones de buena calidad que en una mujer de 39-40 años con poca reserva ovárica. A partir de cierta edad las tasas de éxito bajan mucho, salvo que se recurra a la donación de ovocitos.

¿CUÁNTOS EMBRIONES SE IMPLANTAN EN EL ÚTERO?

Aunque la ley permite hasta tres, se procura transferir uno o dos, para evitar los riesgos de un embarazo triple. Si ha habido múltiples fracasos o si la calidad de los embriones no es muy buena, se puede valorar transferir tres.

¿DURACIÓN DEL PROCESO?

La fase diagnóstica –de pruebas previas– se ha simplificado mucho y se completa, salvo excepciones, en dos o tres visitas. Luego, son 10-12 días de estimulación ovárica y otro más para la extracción de ovocitos. A los tres días se realiza la transferencia, se recomienda reposo relativo durante 24 horas. A partir de ahí, la mujer puede reiniciar su vida social y laboral, aunque depende del trabajo que desempeñe. Si es de oficina puede volver a las 24 horas.

En total transcurren 15 días. Después de la FIV hay que esperar entre 12 y 15 días para saber si la mujer está embarazada.

La tasa de éxito dependerá de la edad

Siempre hablando de niños nacidos, es de un 44% por intento en mujeres de 36 años; si la mujer es más joven, este porcentaje es mayor; y si tiene más edad, las tasas de éxito de la FIV disminuyen.

Para aumentarlas, las pacientes mayores pueden recurrir a una tercera persona que les done ovocitos, puesto que ellas no tienen reserva ovárica o es muy baja. En este caso, la tasa es del 64 por ciento.


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